Acá están, estas son, las antiprincesas del voto femenino. Porque sabemos que Evita dio el golpe final, pero que el camino fue largo y que hubo un montón de mujeres que reclamaron ese derecho desde años atrás. Estaba Alicia Moreau de Justo, una de las primeras mujeres en ocupar cargos políticos de decisión, y también Julieta Lanteri, quien con paciencia y creatividad ¡hasta votó por primera vez mucho antes de que estuviera la Ley! Pero hubo muchas más, algunas conocidas y otras no tanto. Esas mujeres anónimas también pusieron el cuerpo (¡y la voz!) en las fábricas, en los comercios, en sus casas, para que de una vez y para siempre nos traten como personas, con derechos civiles y políticos. Acá una mirada sobre ellas, que somos nosotras, juntas aun en distintos tiempos de la historia, tejiendo redes de amor y de lucha.

Formato: 21 x 21 cm./ 24 páginas